HIPATIA DE ALEJANDRÍA
(FILÓSOFA Y MATEMÁTICA)
Hipatia nació en Alejandría, por aquel entonces capital de la diócesis romana de Egipto a mediados del siglo IV, era hija de Teón de Alejandría, matemático y astrónomo.
Hipatia fue una filósofa y maestra neoplatónica que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía cultivando estudios lógicos y ciencias exactas y educó a aristócratas tanto cristianos como paganos que luego ocuparían altos cargos en la sociedad alejandrina, entre ellos el obispo Sinesio de Cirene u Orestes prefecto de Egipto (luego aparecerá su nombre).
Hipatia de Alejandría fue una de las primeras y la más influyente de las mujeres matemáticas de la historia que escribió sobre geometría, álgebra y astronomía mejorando el diseño de los antiguos astrolabios (son instrumentos que determinan la posición de las estrellas en la bóveda celeste), siendo así una mujer pionera en la historia de la ciencia.
Los ciéntificos la reclaman como mártir de la ciencia y los movimientos feministas como mujer liberada incluso sexualmente.
El filósofo Damascio la presentaba como una mujer más noble aún que su padry que no se conformaba con saber lo establecido en el ámbito de las matemáticas. Aprendió sobre la historia de las religiones, la oratoria y sobre el pensamiento de los filósofos y sus principios de enseñanza, por ello realizó viajes a Roma y Atenas siempre con el mismo fin, aprender y enseñar. Según el propi Damascio, Hipatia alcanzó el más alto grado de la virtud de enseñar y era justa y sabia.
Se le atribuye una militancia pagana y enemiga del cristianismo aunque esto cae a tierra al recordar que en su escuela aceptaba de igual modo a cristianos y paganos.
Hacia el año 400 Hipatia ya se había convertido en la líder de los neoplatónicos dedicándose a la enseñanza sobre todo de la obras de Pltón y Aristóteles teniendo como hemos comentado discipulos cristianos y paganos y buen ejémplo de ello es que su alumno predilecto fue el que fuera más tarde obispo Sinesio de cirene con quien mantuvo una estrecha amistad. El propio Sinasio llegó a escribir que Hipatia era la auténtica maestra de los misterios de la filosofía y que sus dscípulos la consideraban como madre, hermana, profesora, benefactora y todo cuanto sea honrado tanto en nombre como en hechos.
En plena discordia entre Cirilo por en tonces Patriarca de Alejandría y Orestes se acusó a la filósofa de la enemistad entre estos y en plena cuaresma un grupo de fanáticos asaltó el carro en el que viajaba Hipatia en su regreso a casa y la golpearon y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar al Cesáreo, templo levantado por Augusto, una vez allí la desnudaron, la golpearon con piedras y tejas hasta descuartizarla y sus restos fuero nuevamente paseados por la ciudad como símbolo del triunfo.
Prácticamente todos los historiadores atribuyen su muerte a Cirilo como instigador, y mencionan varios motivos:
La intolerancia del propio Cirilo hacia el neoplatonismo y el paganismo.
La amistad que Hipatia tenía con la aristocrácia alejandrina y con el mismo Orestes.
La venganza por la muerte del monje Amonio ordenada por Orestes, según él aconsejada por su maestra
El deseo de lanzar una advertencia a Orestes atacando a alguien tan cercano para él como Hipatia.